Comienza el 2025 conociendo las nuevas regulaciones ASG

Del 10 de enero al 18 de abril de 2025 / 10 AM - 11 AM (GMT-6)

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Nuestro proceso para certificarnos como empresa B.

Este artículo ofrece una narración de cómo fue para nosotros como consultora el proceso para certificarnos como empresa B y el proceso para lolgrarlo.

La decisión.

La decisión para ser una Empresa B™ certificada no surgió de la noche a la mañana, esta estuvo relacionada con varias situaciones que se detonaron al interior de Guardia Consultores, que fueron desde ampliar nuestras relaciones comerciales hasta tener una certificación en temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo para poder demostrar nuestra gestión a clientes. Otro de los factores que pesó fue tener una afirmación pública y legal que demostrará el compromiso de nosotros para contribuir con una sociedad más justa, equitativa y con un monitoreo continuo del impacto socio ambiental de las operaciones de Guardia.

A continuación te contaré un poco de qué es una empresa B, cuáles fueron las situación que nos llevaron a plantearnos ser parte de las empresas B y algunas ideas para que empujes esta certificación dentro de tu empresa.

¿Qué es una empresa B?

Primero que nada, para quienes están leyendo este artículo y no saben qué es una empresa B.
Las Empresas B Certificadas son aquellas que

“cumplen con altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad, que han pasado por un proceso de veriticación con BLab™, y que se comprometen pública y legalmente a transitar por un proceso de mora continua de su impacto”.

En esta liga puedes leer más sobre el B Lab.

Tiene algunas diferencias con otras distinciones o adhesiones, por ejemplo:

  • EcoVadis, calificadora de riesgo ESG con presencia a nivel global. A pesar de que sí tiene un proceso de verificación y retroalimentación riguroso, no te certifica. B Lab revisa tus evidencias, hace seguimiento, recomendaciones, te da instrucciones y por último certifica a aquellas empresa que cumplen con sus estándares.
  • Sedex, plataforma tecnológica que permite a las empresas compartir información sobre cumplimiento en derechos laborales, salud y seguridad, ambiente y ética empresarial. Esta plataforma retroalimenta la información pero no la verifica. Su contraparte SMETA sí hace un proceso de verificación en sitio que permite certificar a la empresa. La gran diferencia entre Sedex/SMETA y Empresa B, es que la primera se enfoca en garantizar cumplimiento en la cadena de suministro y la segunda se centra en incorporar en el modelo y propósito de negocio un compromiso legal de cuidar los impactos sociales y ambientales con los stakeholders o grupos de interés. El alcance de esta plataforma es global.
  • Distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable), reconocimiento que entrega el CEMEFI a las empresas que demuestran compromisos con la responsabilidad social. Esta distinción si bien tiene un proceso de retroalimentación no tiene como tal un proceso de verificación de las evidencias. El alcance de esta distinción se limita mayoritariamente a México.

Si bien hay otras adhesiones o certificaciones que pueden servir para demostrar avances en ESG (aquí te dejo algunas ligas por si quieres más información: EcoVadis, Sedex, Pacto Global. No quiero detenerme en este artículo a realizar una lista detallada, quiero empezar a contarte por qué tomamos la decisión de ser una empresa B Certificada.

¿Por qué tomamos la decisión de ser parte de las Empresas B?

Nuestra decisión no debe ser el parámetro para todas las empresas, nosotros consideramos que:

  • Permitió a Guardia Consultores demostrar de manera legal y verificable el interés de impactar de manera positiva en nuestros stakeholders o grupos de interés e identificar y mitigar los impactos ambientales.
  • Permitió de cara a clientes y licitaciones, Guardia Consultores pudiera decir “sí tengo una certificación en temas ESG”.
  • Nos volvió parte de una comunidad de empresas comprometidas legalmente con la sostenibilidad

Al mismo tiempo que quisimos ser parte del Movimiento B, decidimos mantener la adhesión a EcoVadis (donde obtuvimos una calificación de 52, es decir, empresa comprometida con la sostenibilidad) y a Sedex, por ser requisitos que los clientes de nuestros clientes les ponen. De esta manera, nos mantenemos alineados a los posibles requerimientos de los clientes.

Otras acciones que tomamos para demostrar nuestro compromiso, fue la contratación de una línea ética para que nos puedan informar sobre quejas, sugerencias y denuncias, estas últimas gestionadas por un tercero, la escritura y publicación de nuestro informe de sostenibilidad y también renovamos el compromiso ante el Pacto Global de las Naciones Unidas.

Por el alto costo que representa anualmente, el alcance local que tiene y el poco valor que nos agregaba ser una ESR, durante 2025 decidimos no renovar el Distintivo ESR.

Es importante que las empresas entiendan bien qué valor te da cada certificación, adhesión o distintivo y cuál es el retorno de inversión que este te trae.

¿Cuándo fue la primera vez que consideramos realmente ser una Empresa B?

A pesar de que habíamos escuchado de Empresas B desde hace algunos años, no fue hasta que en 2023 una gran empresa nos contactó para preguntarnos si podíamos asesorarla con su proceso de convertirse en una Empresa B. Nuestra primera impresión y reacción fue de resistencia: “te podemos apoyar con otras certificaciones o adhesiones, volverte una Empresa B implica cambiar el acta constitutiva y los o las dueñas, generalmente tienen resistencia”.

¡Sí! ¡Tal cual! Esto no es un juego, convertirse en una Empresa B implica un cambio en los estatutos legales de la empresa. Específicamente en México se debe:

  • Insertar en la cláusula del objeto social lo siguiente: “su objeto, el cual deberá procurar un impacto material positivo en la sociedad y el ambiente, considerados como un todo (lo cual será evaluado tomando en consideración los estándares de un tercero independiente especializado), es: [se debe detallar una actividad económica única, que puede incluir las etapas de producción y comercialización de dicha actividad]”,
  • y dos, en las cláusulas sobre facultades del órgano de administración debe incluirse que: “el representante legal deberá tomar en cuenta cualquier decisión o actuación, los efectos de dicha decisión o actuación con respecto a: (i) los [accionistas/socios]; (ii) los trabajadores y la fuerza de trabajo de la sociedad, sus subsidiarias y sus proveedores; (iii) los clientes y consumidores de la sociedad; (iv) la comunidad; (v) el ambiente local y global; (vi) el desempeño de la sociedad a corto y largo plazo; y (vii) la capacidad de la sociedad para cumplir con su objeto social, sin que todo ello implique la creación de derechos especiales para terceros, pues este estatuto rige los derechos y obligaciones de los [accionistas/socios] y del representante legal dentro de la Compañía y de sus actuaciones hacia terceros, pero sin abrir la posibilidad a ningún tipo de exigibilidad desde terceros hacia los [accionistas/socios] o el representante legal, más que los establecidos en la Ley.”

Para nosotros como consultores, acostumbrados a trabajar con empresas muy buenas, pero en las que en ocasiones batallábamos para que ciertos procesos se tomaran en cuenta, era un imposible pensar pedirle al dueño (s) o dueña (s), que hicieran un cambio legal en los estatutos, pero para nuestra sorpresa, quien nos contactó nos dijo algo como:

Sí, lo sabemos. La instrucción de volvernos una Empresa B viene desde los propietarios de la empresa, quienes tienen un compromiso real con la sociedad y el ambiente, y están contentos con hacer esta modificación en el acta constitutiva.

No les miento, fue una sorpresa, y aún así les dijimos: “hay otras alternativas”, sin embargo, la convicción de la empresa era tan fuerte que dijo: “no, yo quiero ser una empresa B”. Ese día nos dejó pensativos, y fue lo que inicialmente detonó nuestro interés por formar parte del B Lab o Movimiento B.

Si quieres saber cuáles son los requisitos legales con los que debes cumplir en el país donde opera tu empresa, puedes revisar la herramienta que B Corporation pone a tu disposición.

¿Cómo fue nuestro proceso?

Pasaron varios meses de pensamiento y diálogo entre Inés Guardia y yo desde que la empresa que nos contactó detonó o sembró en Guardia Consultores la idea de volvernos una Empresa B. Finalmente me animé a escribir a Empresa B, y el equipo de Sistema B, puntualmente Azael Alvarado, Coordinar de Impacto en la organización, no tardó en contestarme y agendar una llamada conmigo para explicarme todo lo que debíamos hacer.

Seguíamos dudosos, sin embargo, cuando Azael Alvarado nos hacía seguimiento, explicaba beneficios, requisitos y además proporcionó la lista de los costos que tendríamos que asumir como Guardia Consultores para ser una Empresa B no lo dudamos un minuto más. Inés Guardia y yo sentimos que además de sincerar nuestro propósito como empresa, podíamos obtener una certificación con alcance global por un menor precio que la Distinción ESR de alcance local.

Al igual que otras certificaciones y adhesiones a plataformas que trabajábamos, Empresa B también nos ponía un cuestionario, pero en esta ocasión muy extenso, un total de 175 preguntas:

Si les soy honesto al principio me impactó y me pareció abrumador. Sin embargo, al conocer los detalles de cada uno de los estándares y su relación con otros instrumentos e iniciativas, además de unirlas al propósito del Sistema B, hace todo el sentido. ¿Cuáles son estos estándares y sus cambios más recientes? Aquí te lo comparto:

Los nuevos estándares de B Lab

Ante la intensificación de la crisis climática y el aumento de las desigualdades sociales, B Lab fortaleció su marco de estándares de impacto empresarial para impulsar cambios significativos y sostenibles que contribuyan a la construcción de una economía global inclusiva, equitativa y regenerativa. Esto alineado con la filosofía de la comunidad de Empresas B, que es el principio de mejora continua, que desde el 2006 ha actualizado sus estándares para aumentar el impacto positivo de las empresas certificadas

Estas revisiones buscan dar mayor claridad y coherencia, y priorizar las acciones comerciales que generan el mayor impacto social, ambiental y de gobernanza. De esta manera, las empresas pueden tomar medidas significativas en áreas clave de impacto social, ambiental y de gobernanza para demostrar liderazgo en prácticas comerciales responsables y gestión de su impacto.

El modelo ahora incorpora requisitos obligatorios en siete temas de impacto (llamados Minimun Standards. Muchas de esas consideraciones formaban parte de la certificación, que antes eran evaluadas en un sistema de puntos, y se han convertido en criterios obligatorios para obtener la certificación como Empresa B.

Propósito y gobernanza de las partes interesadas

Desde sus inicios, uno de los fundamentos de la Certificación B Corp ha sido que las Empresas B consideren el impacto de sus decisiones en las partes interesadas, o stakeholders, y no solo prioricen a los accionistas. Este enfoque rompe la visión tradicional de que las empresas existen para maximizar las ganancias, y propone un modelo que atienda las problemáticas sociales y ambientales que B Corp busca resolver. Antes de las actualizaciones recientes, las empresas debían considerar su propósito social o ambiental dentro de la evaluación de gobernanza; pero era parte del sistema de puntos y no un requisito obligatorio para certificarse.

Con la nueva versión de los estándares, esto cambia y ambos puntos se convierten en requisitos obligatorios para certificarse como Empresa B. El propósito claro y significativo debe estar formalizado en los estatutos o documentos legales de la empresa y es fundamental que esté respaldado por una estructura de gobernanza que considere los intereses de los stakeholders. Esto implica que el órgano de gobierno más alto debe supervisar la implementación del propósito y el impacto que tiene en grupos como los trabajadores, las comunidades, los clientes, el ambiente y los accionistas. De esta manera, las empresas B contribuyen a una economía inclusiva, equitativa y regenerativa que sirve tanto a las personas como al planeta.

Esta modificación sienta las bases para que las empresas sirvan a las partes interesadas y fortalece la gobernanza y la rendición de cuentas. Además, se alinea con marcos globales desarrollados en los últimos años como parte de la ola regulatoria de sustentabilidad, por ejemplo, la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) de la Unión Europea, que exige a las empresas grandes que involucren a sus partes interesadas en su análisis de materialidad.

Para cumplir con este pilar es fundamental definir qué mecanismo de gobernanza funciona bien para tu organización y propicia una participación regular de tus partes interesadas, establece formas de supervisar el propósito de la empresa desde el más alto nivel de gobernanza y bájalo a los niveles de la organización a través de objetivos de desempeño, incentivos, metas, etc.

Trabajo justo

Trabajo justo es uno de los siete temas de impacto obligatorios en los nuevos estándares de B Lab y establece una nivel de exigencia más alto en las condiciones laborales para las empresas que buscar certificarse como B Corp. En la versión anterior, los requisitos de trabajo justo estaban repartidos en diferentes secciones. Ahora, se concentran en un solo tema los requisitos esenciales relacionados con los trabajadores directos, específicamente los relacionados a salarios justos y cultura laboral. Los requisitos relacionados con proveedores se trasladaron al tema Derechos Humanos.

Para B Lab, el trabajo justo se enfoca en ayudar a las empresas a poner a las personas en el centro, fomenta lugares de trabajo donde los trabajadores se sientan valorados, escuchados y con la capacidad de contribuir a un propósito compartido.

En los nuevos estándares, el concepto de salario digno se define como una remuneración suficiente para que un trabajador pueda costear un nivel de vida adecuado para sí mismo y su familia, asumiendo una semana laboral estándar, esto quiere decir que está pensado para una familia, no para una persona. Sin embargo, reconocen que no es posible para B Lab hacer obligatorio el pago de un salario digno porque las empresas enfrentan diferentes barreras que son legítimas para su pago, como la falta de control directo sobre los aumentos salariales o las inconsistencias en las metodologías disponibles para calcular el salario digno en distintos países.

En este sentido, B Lab propone las siguientes prácticas clave para avanzar hacia mejoras en este tema: la obligación de proveer contratos de trabajo; la negociación colectiva; la prevención de brechas salariales injustas como no solicitar historiales salariales al contratar; establecer escalas salariales transparentes y públicas; evaluar la igualdad salarial por trabajo de igual valor y aplicar prácticas que beneficien a los trabajadores con los ingresos más bajos.

En cuanto a cultura laboral, eliminan el tema de salud mental y piden a las empresas enfocarse bienestar, sentido de pertenencia y seguridad psicológica.

Un consejo clave para que las empresas cumplan con los requerimientos de Trabajo Justo es que desarrollen los mecanismos para escuchar activamente a sus trabajadores. Los nuevos estándares ofrecen flexibilidad sobre la mejor manera involucrar a la fuerza laboral, desde elegir los temas de cultura laboral que van a medir hasta definir mecanismos de representación. Tomar estas decisiones con base en la retroalimentación de los trabajadores genera ciclos positivos: mejores resultados que crea lugares de trabajo más fuertes, humanos y alineados con el propósito, factor clave para la comunidad de Empresas B.

Justicia, Equidad, Diversidad e Inclusión (JEDI)

Se busca que las empresas identifiquen y eliminen barreras sistémicas históricas y actuales que limitan a personas de diferentes orígenes (visibles o invisibles) puedan alcanzar su máximo potencial. Este tema se reorganizó los criterios, se creó un menú de acciones más flexibles que se adecuan según el tamaño de la empresa.

B Lab reconoce que las prioridades pueden cambiar de acuerdo con la región, la cultura, los valores locales y la demografía. La única variante que se considera de forma global en los estándares es la equidad de género. Al mismo tiempo, la expectativa es que las empresas vayan más allá de una declaratoria o establecer una política y hagan cambios estructurales a nivel de gobernanza.

El nuevo estándar JEDI para empresas B, ofrece un menú de 19 acciones que las empresas  pueden implementar de acuerdo con su contexto, que se agrupan en tres categorías: fundacionales, dentro del lugar de trabajo y fuera del lugar de trabajo.

Las acciones fundacionales incluyen:

  • Asegurar que el órgano de gobierno refleje la diversidad de la comunidad, con al menos tres identidades sociales distintas que sean relevantes para su contexto.
  • Revisar y actualizar al menos cinco políticas de la empresa bajo la perspectiva JEDI, usando datos y retroalimentación de sus partes interesadas.

Las acciones dentro del lugar de trabajo incluyen:

  • Implementar prácticas de contratación inclusivas, con acciones como revisar las descripciones de puestos para que no tengan sesgos.
  • Apoyar al menos dos grupos de empleados (grupos de afinidad), cada uno representando una identidad social distinta.

Algunos ejemplos fuera del lugar de trabajo son:

  • Desarrollar una guía ética de comunicaciones externas inclusivas (incluyendo mensajes, campañas, contenido en redes, etc.).
  • Participar en al menos una iniciativa colectiva, comunitaria o de políticas públicas, para promover estos principios a nivel sectorial o sistémico.

De acuerdo con el tamaño de la empresa, las empresas deberán cumplir entre 1 y 7 de estas acciones para certificarse como Empresa B.

Acción climática

Con el aumento de las temperaturas globales y la aceleración de los impactos climáticos, las empresas no pueden retrasar la acción y es fundamental que quienes quieran ser parte del modelo Empresa B tomen medidas significativas y medibles para reducir emisiones, se alineen con la ciencia climática y contribuyan a una transición justa y sostenible.

El objetivo de Acción Climática es guiar a las empresas a asumir un rol activo en la mitigación del cambio climático a través del desarrollo de estrategias que reduzcan sus emisiones y contribuyan a limitar el calentamiento global. Se busca que las organizaciones pasen de la intención a la acción, comprometiéndose con metas claras, medibles y alineadas con la ciencia.

En la versión anterior del proceso, este tema estaba distribuido dentro del área de Medio Ambiente del B Impact Assessment y las empresas podían sumar puntos relacionados con medición de emisiones, eficiencia energética o gestión ambiental. Sin embargo, no era un requisito obligatorio para lograr la certificación como en la versión actual.

La versión actual convirtió la acción climática en un tema de impacto independiente con requisitos mínimos obligatorios establecidos en un marco más claro, además, introduce la meta de ****limitar el calentamiento a 1.5°C y la necesidad de que las empresas grande establezcan metas basadas en ciencia a través de la iniciativa internacional Science Based Targets.

Otros requisitos relevantes incluyen la medición de gases de efecto invernadero (GEI), generar metas de reducción, establecer planes de transición climática y generar impactos reales en reducción de emisiones.

Aunque puede ser retador para las empresas, iniciar con acciones claras como la medición de su huella de carbono, empezar a migrar a energías renovables, incluir criterios climáticos en sus compras e integrar la acción climática a la gobernanza de la organización.

Cuidado ambiental y circularidad

El objetivo del pilar de Cuidado Ambiental y Circularidad es asegurar que las empresas gestionen sus impactos ambientales de forma responsable y preven­tiva, avanzar hacia modelos de economía circular.

En la versión anterior de los estándares B, los temas ambientales estaban divididos dentro de la evaluación en categorías como Medio Ambiente, Impacto de Productos y Gestión de Recursos. En la nueva versión, los aspectos relacionados con gestión ambiental y circularidad se integran y fortalecen en un tema obligatorio, con requisitos más claros, concretos y medibles.

De acuerdo con B Lab, el sistema económico lineal ha llevado al planeta a sobrepasar seis de los nueve límites planetarios, que incluyen, el cambio en el uso del suelo, el cambio en el agua dulce y la integridad de la biosfera, vitales para la estabilidad de la Tierra.

En este contexto, este tema busca que las empresas reduzcan de forma significativa su impacto en los recursos naturales, la contaminación y los residuos, adoptando prácticas de diseño, abastecimiento, uso y fin de vida que sean regenerativas y no extractivas. También pone un mayor énfasis en la jerarquía de acciones circulares, alentando a las empresas a utilizar materiales renovables, reutilizados o reciclados en lugar de materiales vírgenes, y a eliminar los productos y empaques de un solo uso. Estas prácticas deben considerarse parte de una estrategia más amplia para reducir la presión que las empresas ejercen sobre los recursos naturales.

Derechos Humanos

El tema de impacto de Derechos Humanos pide a las empresas que comprendan cómo sus operaciones y cadenas de valor pueden involucrar impactos negativos en los derechos humanos, y tomar medidas para prevenirlos y mitigarlos. Este tema representa una alineación que se esperaba entre de los estándares de B Lab con los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos (UNGPs), que desde el 2021 reconocen a nivel global de que las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos y actuar con debida diligencia. El nuevo estándar de B Lab pide explícitamente que las empresas implementen procesos de debida diligencia en derechos humanos.

Esta actualización pone a los derechos humanos en el centro de la gestión empresarial responsable. Aunque la versión anterior el tema, estaban dispersas en distintas secciones. Ahora, los derechos humanos se convierten en uno de los siete temas obligatorios, con requisitos claros, estructurados y alineados con los marcos internacionales más sólidos.

Un reto importante de impacto es que los principios UNGP, de debida diligencia fueron establecidos para empresas grandes, y no siempre era compatible con empresas medianas y pequeñas (que son la mayoría en la comunidad de empresas B). Para resolver esto, B Lab, en conjunto con Fair Trade International desarrollaron Personas y planeta en los negocios: Una guía simple para que empresas pequeñas y micro puedan iniciar o fortalecer su debida diligencia en derechos humanos. Esta es la primera guía de debida diligencia dirigida específicamente a empresas de tamaño pequeño.

El nuevo estándar incluye los siguientes cambios: las empresas deben implementar debida diligencia, incluso en zonas de conflicto y en sus inversiones, deden de fomentar salarios dignos y negociación colectiva entre los proveedores de su cadena de valor.

También se agregan expectativas claras para prevenir, mitigar y reparar impactos negativos, en la cadena de suministro, identificar proveedores prioritarios y monitoreando avances.

Algunas acciones que pueden empezar las empresas a trabajar en este tema son: el desarrollo de una política de derechos humanos alineada con los UNGPs, aplicable a proveedores, identificar riesgos prioritarios en derechos humanos, mapear su cadena de suministro e implementar canales de denuncia accesibles a las diferentes partes interesadas.

Además del enfoque en la relevancia de acciones circulares, el nuevo estándar exige que las empresas comprendan mejor el impacto ambiental de su cadena de valor, en alineación con regulaciones como la Directiva Europea de Reporte de Sostenibilidad (CSRD), el Taskforce on Nature-related Financial Disclosures (TNFD) y la Science Based Targets Network (SBTN) que impulsan a las organizaciones a medir y gestionar sus impactos en la naturaleza. Además, legislaciones como la CSDDD y el Reglamento Europeo de Productos Libres de Deforestación fortalecen la obligación de realizar debida diligencia. Por ello, se enfatiza en la trazabilidad de materias primas de alto riesgo, aquellas cuya extracción, producción o transformación está asociada a impactos ambientales severos, y en trabajar estrechamente con proveedores para prevenir y mitigar daños ambientales.

Si una empresa no tiene acciones de circularidad, no significa automáticamente que no pueda certificarse, pero sí implica que tendrá que empezar a construirlas porque es un nuevo tema en los estándares B.

Algunas de las acciones con las que pueden comenzar son: identificar insumos y materiales prioritarios, empezar a usar materiales reciclados o renovables, optimizar el uso de recursos como agua y energía, reducir empaques o embalajes, sustituir plásticos de un solo uso y realizar auditorías de residuos, entre otras.

Asuntos gubernamentales y acción colectiva

Para B Lab, las empresas deben participar en esfuerzos colectivos para impulsar cambios sistémicos, promover políticas que generen resultados positivos sociales y ambientales y, para las empresas más grandes, compartir públicamente sus informes fiscales en los países en donde operan. Es por esto, que implementó como obligatorio este nuevo tema para la versión actual de los estándares.

Este tema requiere que las empresas trabajen junto con gobiernos, comunidades y organizaciones para generar un impacto social y ambiental positivo más amplio. Esto incluye participar en acción colectiva —como mentoría, investigación, colaboración multilateral o promoción de políticas públicas— y ejercer un lobby responsable, promover que la legislación beneficie al bien común y no a intereses propios en detrimento de los stakeholders.

Los principios de acción colectiva son fundamentales para el movimiento B Corp desde sus inicios. Para certificarse, las empresas firman la Declaración de Interdependencia, donde se comprometen con un propósito compartido de transformar la economía global en beneficio de las personas, comunidades y del planeta. La versión anterior media el desempeño de las empresas en investigación externa, colaboración multilateral y promoción de políticas públicas. El cambio principal se centra en la ****integración de requisitos básicos sobre lobbying y transparencia fiscal, ****que responde a nuevas regulaciones como la CSRD, que exige a las empresas ser más transparentes en sus actividades de lobby.

Este nuevo estándar resalta la importancia de ampliar el impacto de las empresas más allá de sus operaciones, generar confianza y reputación a través del compromiso con la ética, la transparencia y la responsabilidad corporativa, y por último, contribuye a un entorno regulatorio más justo, en alineación con los valores de las Empresas B.

Algunas acciones que pueden implementar las empresas son: identificar oportunidades de acción colectivas con alianzas o coaliciones alineadas a su propósito, definir una política de lobbying responsable y participar en proyectos multi stake holders que vayan desde la investigación hasta la incidencia en políticas públicas.

Sugerencias finales

Ser una empresa B te permite implementar un sistema de gestión ASG que abarca los requisitos de los estándares globales, de los clientes y además es certificado. La metodología de trabajo promueve la mejora continua de las operaciones a partir de objetivos de mejora y registro de indicadores que permiten analizar si las metas se están cumpliendo. Ojo, no es sencillo y hay empresas que tardan más de un año en este proceso, pero definitivamente vale la pena.

Además, eres parte de la comunidad Bcorp, donde te puedees capacitar, compartir mejores prácticas y generar nuevas relaciones comerciales. Aquí te enseño una foto de la Ronda de Negocios de Jalisco 25 que se llevó a cabo el 23 de Octubre, donde fue el primer evento que acudimos como Empresa B certificada y donde generamos nuevas relaciones comerciales y estratégicas.

Cómo te podemos apoyar

En Guardia Consultores, las empresas pueden encontrar apoyo integral para implementar los nuevos estándares de impacto, como los de B Corp en nuestro catálogo de servicios especializados y adaptables a cualquier organización.

Somos una empresa certificada Empresa B y nuestros diferentes servicios abordan específicamente cada uno de los temas de impacto del nuevo estándar de Empresas B, desde el diagnóstico de riesgos sociales, ambientales y de gobernanza, hasta la debida diligencia en derechos humanos, creación y acompañamiento de grupos de afinidad, gestión de la cadena de valor, evaluación de impacto social y elaboración de informes de sostenibilidad. También contamos con servicios especializados en comunicación interna y externa de sustentabilidad que te orientan para evitar prácticas no deseadas como el greenwash.

Tenemos un área especializadas en capacitaciones y formación de líderes, fomentando una cultura interna alineada con los valores de la empresa. De esta manera, las empresas cumplen con los requisitos de certificación, mientras fortalecen su impacto social y ambiental, generan confianza con sus stakeholders y se preparan para enfrentar los retos de un mundo empresarial cada vez más responsable y transparente.

 

AUTOR
Héctor Muskus

Foto de Héctor Muskus