Criterios ASG: ¿Cómo se relacionan con la responsabilidad social y la sostenibilidad?
Se habla mucho de los criterios ASG en el mercado actual. Incluso, muchas personas y empresas aún realizan sus primeras acciones de responsabilidad social y sostenibilidad, cuando ya les empiezan a pedir desempeño ASG.
Por esta razón, queremos ofrecerte un resumen muy comprensible, y al grano, para explicar cómo se relacionan los criterios ASG con la responsabilidad social y la sostenibilidad.
¿Qué son los criterios ASG y ESG?
Los criterios ASG son utilizados por calificadoras de riesgo para determinar si invertir en un negocio es financieramente rentable. “ASG” se refiere a tres ámbitos clave de la sostenibilidad: Ambiental, Social y Gobernanza. En inglés, éstas siglas serían Environmental, Social y Governance (ESG).
El banco Morgan Stanley nos indica que este tipo de evaluación financiera empezó en los años 60, cuando inversionistas evaluaban si valía la pena invertir en empresas de producción de tabaco, o en negocios involucrados en el apartheid Surafricano.
Éstos criterios tomaron mucho más peso entre el 2004 y el 2008, gracias a una serie de reuniones y discusiones a nivel internacional. En éstos debates participaron instituciones como Los Principios de Inversión Responsable (PRI) de las Naciones Unidas (UN), el Fondo Monetario Internacional (IFC), el Pacto Global, Goldman Sachs, HSBC y Morgan Stanley, entre otras.
Pero, ¿qué pasó en estos debates? ¿Cómo definían los criterios ESG? ¿Qué beneficios trae utilizarlos?
En mi oponión, utilizar los criterios ASG en decisiones financieras se debe a dos factores clave:
- Es una forma de incorporar a las empresas en el desarrollo sostenible.
- Facilita la gestión de riesgos (reales y potenciales) en las inversiones.
Criterios ASG en decisiones financieras
1. Incorporar a las empresas en el desarrollo sostenible
Para que las empresas jueguen un papel importante en el desarrollo sostenible, es necesario apoyar el crecimiento de mercados de capital que tomen en cuenta los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ASG).
Es aquí donde podemos entender cómo se relaciona la responsabilidad social y la sostenibilidad con los criterios ASG.
Para que las empresas cumplan con los criterios ASG, se buscaron esfuerzos creados del lado de la responsabilidad social o sostenibilidad, tales como:
- El estándar GRI, creado en 1997 para que las empresas reportaran sus impactos a gobiernos, comunidades, colaboradores y colaboradoras, accionistas, clientes, proveedores.
- La SA8000, una Norma también creada en 1997, que busca proteger en las empresas los derechos humanos de las personas.
- SEDEX, una plataforma de comercio ético, creada en 2004, para que clientes y proveedores compartan los datos de gestión en derechos humanos, derechos laborales, ambiente y ética corporativa.
En 1987 se escribió el informe “nuestro futuro común”, que señala la necesidad de poder satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.
Los criterios ASG, que se empezaban a fomentar en los mundos financiero y de capitales, ya se estaban impulsando con los cómos desde el mundo de la responsabilidad social y la sostenibilidad.
Veamos esta relación de una forma más concreta, explorando los factores ASG.
¿Cuáles son los factores ASG?
Ámbito ambiental
Si nos enfocamos en el ámbito ambiental, los mercados de capital pedían (y piden) cuidar emisiones, energía, agua, residuos y biodiversidad, entre otros elementos. Lo que no decían es cómo cuidar o gestionar los aspectos ambientales.
Esas herramientas se encontraban en otras guías y normas relacionadas a la sustentabilidad y responsabilidad social. Por ejemplo:
- La Norma ISO14001 de Sistema de Gestión Ambiental, creada en 1996.
- El Carbon Disclosure Project (CDP), creado en el 2000, y que pedía a las empresas que publicaran sus impactos ambientales.
Asimismo, cada país tiene su forma de gestionar los riesgos ambientales, a partir de las leyes locales. Por ejemplo:
- México cuenta con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada en 1988.
Ámbito social
Algunos mercados de capital pedían (y piden) que las empresas cuiden sus riesgos de vulneración de los Derechos Humanos y Derechos Laborales, tanto en sus operaciones como en la de sus proveedores.
Se pide que se pague al personal de manera adecuada; proteger a los clientes; manifestar con veracidad qué es cada producto; cuidar la salud y seguridad de clientes y colaboradores; e identificar y prevenir riesgos en las comunidades.
Sin embargo, al igual que en el tema ambiental, los criterios ASG no definen cómo gestionar los aspectos sociales de manera efectiva. Nada más apuntan que son riesgos que se tomarán en cuenta para evaluar si invertir o no en una empresa.
Si las empresas quieren saber cómo cuidar e identificar su impacto social, también recurren a las herramientas de la responsabilidad social y la sostenibilidad. Por ejemplo:
- La norma SA8000 o la ISO26000
- SEDEX o EcoVadis
- Certificación IQNetSR10
- Legislaciones locales, como las leyes federales del trabajo existentes en cada país.
Ámbito de gobernanza
Los organismos financieros empiezan a considerar aspectos de ética corporativa, comportamiento competitivo, estrategias fiscales, gestión de riesgos sistémicos y riesgos críticos (entre otros). Sin embargo, no nos enseñan cómo gestionarlos.
En las empresas utilizamos herramientas de responsabilidad social y sostenibilidad como las siguientes:
- La familia de la Norma ISO37000 de Gobernanza de las organizaciones para tener una guía.
- Legislaciones locales y también los esfuerzos de cámaras y organizaciones de la sociedad civil, como el del Consejo Coordinador Empresarial con su Código de Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo.
Seguramente, te estarás preguntando lo siguiente:
- ¿Qué podemos concluir de la primera forma de responder?
- ¿Qué pasaba en aquellos debates donde se establecieron los criterios ASG como un factor de evaluación adicional a los que existían para organismos financieros, entre 2004 y 2006?
- Sencillamente, que los criterios ASG fueron y siguen siendo una forma de impulsar la inversión de organismos financieros en empresas que le apuestan a su gestión del Desarrollo Sostenible.
Ahora, los criterios ASG no nos ofrecen una guía para gestionar los aspectos ambientales, sociales y de gobierno. No obstante, sí establecen su importancia.
En concreto, si quieres competir, tener dinero para crecer o financiar tu empresa, volverte una compañía pública con una acción que valga más en el mercado, cuida tus riesgos ASG porque los usamos como un criterio de decisión.
¿Te interesa saber cómo gestionar estos aspectos?
Entonces, recurre a las herramientas de la responsabilidad social y la sostenibilidad.
2. Facilita la gestión de riesgos (reales y potenciales) en las inversiones
Hay algo muy interesante que sucedió en los debates entre 2004 y 2006: lograr que los criterios ASG fueran tomados en cuenta por organismos financieros y empresas. Gracias a eso, los criterios ASG han funcionado de una manera más orgánica, y no tanto como un acuerdo entre organismos internacionales para impulsar el Desarrollo Sostenible.
A medida que las empresas incorporan la gestión de los criterios ASG, se exponen menos a desastres ambientales, vulneración de derechos humanos, problemas comunitarios, corrupción, crisis reputacionales, paros en la producción, problemas en la cadena de suministro, o problemas con clientes y consumidores.
En otras palabras, los criterios ASG ayudaron a crear empresas financieramente más seguras.
Pero, ¿cuál fue esta manera más orgánica en que los beneficios de los criterios ASG se volvieron palpables?
Beneficios de los criterios ASG
A continuación, te doy 3 escenarios (pero también bastante reales) para que entiendas por qué gestionar los riesgos ASG ofrece más seguridad a organismos financiadores.
1) Empresa de textil
Imagina una empresa de textil ―específicamente, de la industria de la moda―, cuya operación está muy bien gestionada. Tiene indicadores de salud y seguridad y no ha sufrido accidentes durante 10 años. El negocio le da seguimiento a lo casos de discriminación, y respuesta por medio del comité de ética.
La empresa paga salarios dignos, conforme a la ley; los horarios de trabajo también cumplen con la ley―si hay tiempo extra, es voluntario― y regula su uso de energía y emisiones.
También tienen proyectos para disminuir sus Gases Efecto Invernadero (GEI); procesos para usar el agua de manera eficiente; y una planta de tratamiento de agua.
En pocas palabras, esta empresa gestiona muy bien toda la operación interna. Sin embargo, uno o más de sus proveedores de tela utilizan a menores de edad para trabajar.
De hecho, además de ser una violación de leyes locales, de acuerdos internacionales y de Derechos Humanos, esto puede tener un impacto muy fuerte en términos financieros para la empresa:
- Multas impuestas por el gobierno del país.
- Pérdida de clientes actuales y potenciales.
- Crisis reputacional que dure muchos años.
- Demandas y litigaciones costosas.
Un organismo financiero, un posible inversionista no querrá invertir en una empresa que vulnere los Derechos Humanos o el medio ambiente.
Tampoco querrá invertir en una empresa que ponga en riesgo su capital.
2) Empresa extractiva
Una empresa extractiva acaba de encontrar minerales para extraer durante 50 años.
En términos internos, el negocio gestiona de manera increíble toda su operación. Cuentan con iniciativas de eficiencia energética; programas de economía circular; buenas condiciones de salud y seguridad; excelente desempeño ambiental; y políticas de gobierno corporativo.
La empresa también tiene años estableciendo relaciones con la comunidad, pero lo ha hecho de manera arbitraria.
Este mero elemento representa un riesgo enorme para alguien que quiera invertir en el negocio. Porque, a pesar de que son los gobiernos quienes dan la licencia legal para operar, son las comunidades quienes dan la licencia social.
Entonces, si existe un paro comunitario por la mala gestión social realizada por la empresa, se podría detener toda la operación del negocio. Es decir, no pueden entrar trabajadores al sitio ni vehículos de transporte. Se tiene que detener el procesado de los minerales, y pedirle al cliente que espere por los productos que habían sido ofrecidos para una fecha determinada.
Nuevamente, vemos que gestionar los riesgos ASG, además de fomentar el cuidado de las sociedades y del ambiente, también cuida el dinero de quien invierte en una empresa específica.
3) Empresa agroalimentaria
El trabajo infantil y el trabajo forzado en la cadena de suministro es un caso muy desafortunado, pero común, en la industria alimentaria.
Una empresa como las dos anteriores, que gestiona todo su proceso productivo muy bien pero que no ha realizado una evaluación ambiental ni social a sus proveedores, les realizan una auditoría de comercio ético.
¿Qué creen que sucede? El cliente de la empresa encuentra que hay niños y niñas trabajando en el campo, y que los contratos no garantizan el salario mínimo (más bien, se paga por el peso recolectado).
Y lo peor del caso es que la empresa no tiene conocimiento de ello, a pesar de que es uno de los temas materiales de la industria.
Nuevamente, además de que es una vulneración de Derechos Humanos, los organismos financiadores y posibles accionistas no van a querer que, por medio de su inversión, se sigan vulnerando los derechos, pero tampoco van a querer poner en riesgo su dinero.
Conclusión
Los criterios ASG son a la vez la regla o el examen que tienen los organismos financieros para saber a cuánto riesgo se exponen cuando invierten en tu empresa.
También son un acuerdo para que las empresas contribuyan con el Desarrollo Sostenible.
Y, ¿cómo se relacionan los criterios ASG con la responsabilidad social y la sostenibilidad?
En pocas palabras, si quieres gestionar tus riesgos ASG, tienes que buscar en las herramientas de normas, guías, certificaciones, acreditaciones que son propias de la responsabilidad social y la sostenibilidad.
Autor
Con más de 10 años de experiencia en proyectos y desarrollo de modelos de sostenibilidad, Héctor se destaca por su gran habilidad para solucionar problemas con una sólida trayectoria en la alineación de objetivos empresariales con estándares internacionales.